En cuanto a la gestión de los residuos de los diferentes Sistemas Integrados de Gestión (SIG), la recogida se ha diseñado y dimensionado en base a las características de los agentes generadores de residuos, definiendo operativas de recogida adaptadas a las necesidades de los distintos generadores.

Una vez son recogidos los residuos en los distintos puntos de generación, estos son trasladados hasta los centros de almacenamiento temporal, en los que se procede a la consolidación de los mismos, con el objetivo de intentar hacer viable y sostenible la gestión económica del sistema. Cuando el volumen de residuos consolidado permite completar un vehículo de gran tonelaje, es cuando estos residuos son enviados a plantas de tratamiento autorizadas para la gestión final de los mismos.

Una vez que entran en las instalaciones de tratamiento, la primera fase consiste en la retirada de los potenciales elementos contaminantes. En esta primera fase también se lleva a cabo un proceso de clasificación de los residuos en función de su destino final.

Tras la clasificación de las distintas tipologías de residuos, las fracciones obtenidas sufren un proceso de molienda y trituración.

Una vez finalizada esta fase, y mediante distintos procesos mecánico-físicos se consigue obtener materias primas secundarias que volverán a ser introducidas en el ciclo productivo